Dirección: Pepe Bablé
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Teatro del Títere La Tía Norica, Plaza del Falla, Plaza de La Catedral, Plaza del Palillero, Plaza de San Antonio, Plaza del Mentidero, Plaza de Las Flores, Plaza de San Juan de Dios, Centro de Artes Escénicas Arbolí, Centro Integral de la Mujer, Centro de Creación Contemporánea ECCO, Baluarte de La Candelaria y Casa de Iberoamérica.
Países participantes con obras: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, EE.UU., El Salvador, España, México, República Dominicana y Uruguay.
Autor del cartel: Hassan Bensiamar (Marruecos)
El festival encaró esta edición con la confianza que daban las casi tres décadas de trayectoria en el estudio y difusión del teatro de ambas orillas del Atlántico. Este mismo año, la revista especializada Artez declaraba: “el FIT es un laboratorio cultural que trasciende lo escénico, convirtiéndose en un espacio esencial para entender las dinámicas culturales de Iberoamérica”.
Curiosamente, entre las obras más aclamadas de esta edición hubo dos adaptaciones de Shakespeare hechas por distintas compañías: Romeo & Julieta de Aramburo, dirigida por el dramaturgo boliviano Diego Aramburo, y Otelo, de la compañía chilena ‘Viajeinmóvil’.
En la primera, la acción no se situaba en la Verona del siglo XVI sino en el presente, donde los valores tradicionales asociados al amor romántico se han desintegrado frente a la realidad posmoderna. La obra abordó la desconexión emocional y el vacío existencial que define a muchas relaciones actuales. ¿Crees posible que un amor tan puro e incondicional como el de Romeo y Julieta sería posible hoy en día?
La versión chilena de Otelo destacó por su enfoque innovador al utilizar marionetas de cuerpo entero como recurso escénico principal. La muerte de Desdémona a manos de su esposo Otelo, motivado por los celos y la manipulación de Yago, sirvió para denunciar el feminicidio y la violencia de género. Las marionetas manipuladas por los actores, que representaban a los personajes principales, reforzaban la idea de que los protagonistas eran manipulados por fuerzas externas.
El ‘Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas’, todo un clásico del FIT, llegó a la mayoría de edad: su XVIII edición. Bajo el tema ‘La piel de la serpiente: poéticas de la transformación’, reunió a más de 40 creadoras de diversas nacionalidades. Por su parte, el taller ‘Cos-Art. Pedagogía transformadora en el artista-persona’, impartido por Belle Alzamora (España), nos instruyó en cómo el arte puede ser un vehículo para el desarrollo emocional, es decir, ¡para mejorar como persona!