Del 25/10/2025 al 01/11/2025  

1995

Dirección: Pepe Bablé
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Colegio Carlos María Rodríguez de Valcárcel, Museo del Mar, Plaza del Falla, Plaza de San Antonio, Plaza de la Catedral, Puerta del Mar del Muelle de la ciudad, Plaza de San Juan de Dios, Plaza de Las Flores, Plaza del Palillero, Colegio San Felipe Neri, Campus de Jerez de la Universidad de Cádiz y Campus de Algeciras de la Universidad de Cádiz.
Autor del cartel: Coni Robinson (México)

El director del FIT de 1993, José Sanchis Sinisterra, había preparado una trilogía que arrancaba con la América Indígena y seguía con la América Negra. La nueva gerencia de Pepe Bablé decidió continuar con la idea y cerrar el ciclo con la América Mestiza. Fue, por lo tanto, una edición que abordó la fusión de culturas europeas, africanas e indígenas y se destacó por la amplitud estética y temática de las obras que se presentaron. Los espectáculos oscilaron entre el realismo, como Parabéns a você de A Barraca (Portugal) y las propuestas ritualistas, como Ruinas circulares del Teatro Buendía (Cuba). También se ofrecieron espectáculos de carácter experimental y vanguardista, así como danza, música y circo. ¡En el FIT es imposible que algunas de las obras presentadas no te guste!

Hablando de circo o de obras que toman elementos circenses para su representación, no podíamos olvidar la adaptación que la compañía chilena ‘Teatro La Troppa’ hizo de una obra que muy probablemente conocerás: Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. Este clásico de la literatura juvenil se llevó a escena a través de lo que se conoce como ‘teatro físico’. En él no existe la palabra, sino que son los gestos, las acrobacias y los movimientos corporales los que toman el protagonismo. Los actores se cubrían con máscaras y utilizaban técnicas de mimo y manipulación de objetos. Si nunca has ido a una representación de teatro físico, ¡no te la pierdas! Te sorprenderá lo que se puede transmitir sin palabras.

Las actividades complementarias siguieron como todos los años, creando espacios  donde aprender e intercambiar ideas desde el respeto a la diversidad de opiniones, experiencias y culturas. Para calibrar el impacto que diez ediciones de talleres, cursos, encuentros y seminarios habían tenido en la ciudadanía, se preparó un informe de evaluación del festival. El resultado fue revelador: ¡el 80% de los participantes consideró que las actividades complementarias contribuyeron significativamente a su desarrollo profesional y académico!

Este año el FIT se hermanó con el Festival Internacional de Teatro de La Habana (Cuba) y recibió el premio Relaciones Públicas de la Provincia de Cádiz.

1994

Dirección: Pepe Bablé
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Sala Valcárcel, Museo del Mar, Teatro de Verano José María Pemán, Centro Cultural El Palillero, Universidad de Cádiz, Plaza del Falla, Plaza de San Antonio, Plaza de San Juan de Dios, Plaza de la Catedral, Plaza de La Laguna, Plaza del Mercado, Parque Genovés, Plaza de Loreto y Sala Agadir.
Autor del cartel: Alberto Morales Ajubel (Cuba)

Después de solo un año como director, Sanchis Sinisterra renunció al cargo por motivos personales y fue el gaditano José Bablé Neira (más conocido como Pepe Bablé) quien se puso al frente del FIT. Este premiado autor, actor y director, uno de los referentes del teatro con su compañía La Tía Norica, sería el máximo responsable del festival hasta 2019 debido a su jubilación. En su condición de gerente, decidió dar continuidad a lo planteado por Sanchis Sinisterra y dedicó esta edición a la América Negra. Buscó, en sus propias palabras, “examinar la presencia afrodescendiente en la escena iberoamericana a través de espectáculos de teatro, danza y música que trataron temas de racismo, religión, marginación, lucha y resistencia cultural”.

Esta temática de la negritud permitió explorar la discriminación que algunos seres humanos tienen simplemente por el color de su piel. Por ello, el FIT9 dedicó mucha atención a lo que se conoce como el “teatro de denuncia”, es decir, aquella que señala los problemas sociales para que todos tomemos conciencia de ellos. El teatro es mucho más que diversión y asombro. ¡Es una poderosa arma para remover conciencias!

Una de las obras más impactantes de aquel año fue El coordinador, de la compañía chilena ‘El Bufón Negro’: exploraba los mecanismos del poder en un entorno cerrado y claustrofóbico, convirtiendo un ascensor en una metáfora de las dinámicas opresivas del neoliberalismo. Otras obras a destacar fueron la colombiana En la raya, una reflexión sobre la exclusión social; o la uruguaya El combate del establo, que ponía en escena la lucha por la supervivencia en condiciones de represión, explorando los límites de la resistencia humana en un contexto de violencia institucional.

Dentro de las actividades paralelas, fue muy importante el I Congreso Iberoamericano de Teatro ‘Pedagogía Teatral. Conceptos y Métodos’, en colaboración con la UCA, que reunió a decenas de los mejores especialistas internacionales en la materia.

El festival recibió el Patrocinio Especial de la Unesco, una agencia especializada de la ONU que promueve la paz y el desarrollo sostenible a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación. ¡Así de especial es la labor del FIT!

1993

Dirección: José Sanchis Sinisterra
Países participantes con obras: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Colegio Carlos María Rodríguez de Valcárcel, Baluarte de la Candelaria, Teatro de Verano José María Pemán, Instituto Columela, Instituto Ntra. Sra. del Rosario, Plaza del Falla, Plaza de San Antonio y Plaza del Palillero.
Autor del cartel: Francisco Toledo (México)

Después del enorme impacto que tuvo la edición anterior, tocaba reestructurar la organización del festival. Juan Margallo abandonó la dirección después de un maravilloso trabajo durante siete años y fue sustituido por uno de los grandes dramaturgos y directores del teatro contemporáneo español: José Sanchis Sinisterra. Además, el FIT se convirtió en un Patronato, una figura jurídica que facilitaba la contratación, organización y expansión del festival y que se mantiene hoy en día. Estaba y está integrado por el Ayuntamiento de Cádiz, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial de Cádiz y la Universidad de Cádiz.

El nuevo director dedicó toda la edición a la América Indígena. El cartel de la edición, diseñado por el artista mexicano Francisco Toledo, reflejó esa apuesta. En él se evoca la manera indígena de ver el mundo y su conexión profunda con la naturaleza y el simbolismo.

Por eso, y por la drástica reducción del presupuesto debido a la crisis económica que había en España en aquel entonces, el FIT se centró sobre todo en espectáculos de danza y música. Entre los primeros, hay que destacar las obras mexicanas La ópera descuartizada y Pavana para un amor muerto, que exploraba el tema de la revolución a través de la danza contemporánea con tintes de crítica social; o Quattuor, Pescando agujas, Ardid y Epitafio, del Instituto Superior de Danza de Venezuela.
En cuanto a música, y siguiendo con la temática central de la América indígena, se propusieron espectáculos con instrumentos tradicionales precolombinos de diversas regiones, como el concierto-recital Espejo del día y de la noche, de Antonio Zepeda, o Moliendo sonidos, del grupo peruano Batán.

El festival fue agraciado con la concesión del Premio Máster Europeo, otorgado por Máster Europeo (España).

1992

Dirección: Juan Margallo
Países participantes con obras: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Teatro Andalucía, Salón de Actos del Colegio Valcárcel, Sala Central Lechera, Plaza de San Antonio, Plaza del Falla, Plaza de Loreto, Plaza de Puntales, Plaza La Laguna, Plaza Ingeniero La Cierva y Parque Genovés.
Autor del cartel: Kike Santana (España).

1992 fue un año importantísimo para España. Se celebraban 500 años de la llegada de Colón a América y por todos los lados se preparaban festejos multitudinarios para celebrarlo. El FIT, por su condición de puente entre las dos orillas del Atlántico, tomó una relevancia especial y desde las instituciones se apoyó mucho esta edición. Por eso, se contó con el presupuesto más alto que nunca tuvo y tendría el FIT (más de un millón y medio de euros de aquella época) y su duración se prolongó desde el  8 septiembre al 7 de octubre, cuando lo habitual es alrededor de diez días. ¡Una fiesta del teatro durante un mes, abierta a toda la ciudadanía gaditana!

Por primera vez, el FIT asumió la coproducción de siete espectáculos de  Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México, Nicaragua, Uruguay y Venezuela. ¡El FIT ya no solo mostraba obras internacionales, sino que se encargaba de su creación y puesta en escena! Sería imposible hacer un resumen de todo lo que ocurrió ese año, pero podemos destacar las representaciones de obras que adaptaban grandes clásicos de la literatura latinoamericana, como Asturias, El señor Presidente, una adaptación de la novela del premio Nobel Miguel Ángel Asturias que denunciaba los abusos del poder dictatorial; Memoria del infierno, basada en la obra de Ernesto Sábato y que se sitúa dentro del teatro psicológico; Pablo Neruda viene volando, que propuso un acercamiento innovador a la vida del poeta a través de cuatro actores que representaban diferentes facetas del escritor; La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, del también Nobel Gabriel García Márquez, que mantuvo la esencia del realismo mágico del autor; o Concierto barroco, inspirada en la novela homónima de Alejo Carpentier. Como ves, el FIT ayudó mucho para que el teatro tomara a la literatura no dramática como punto de origen para futuras dramaturgias. Por supuesto, también siguió creando redes de colaboración entre artistas, académicos y espectadores de distintas latitudes. Una programación diversa y ambiciosa que la consolidó como un referente cultural mundial.

En esta edición, el FIT recibió el prestigioso premio El Gallo de La Habana, otorgado por la Casa de las Américas de Cuba, en reconocimiento a su contribución al teatro latinoamericano.

1991

Dirección: Juan Margallo
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, España, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Teatro Andalucía, Sala Central Lechera, Sala Valcárcel, Plaza San Antonio, Plaza de Mina, Calle Ancha, Plaza del Palillero, La Laguna, Parque Genovés, Plaza de España, San Severiano, Plaza de las Flores, Plaza de Loreto, Plaza de Puntales, Plaza la Catedral, Los Patios, Plaza Corralón, Plaza de San Juan de Dios, Plaza de La Merced, Mercado Central, Plaza Canalejas, I.N.B. Ntra. Sra. del Rosario y Universidad de Cádiz.
Autor del cartel: Diego Pombo (Colombia).

El festival no paraba de crecer y para esta edición se decidió contar con otras ciudades de España como sedes. Era una prueba evidente del desarrollo exponencial que en solo seis años había tenido el FIT. Ahora ya no era solo Cádiz quien ofrecía obras de teatro iberoamericano a sus ciudadanos. La dirección de Juan Margallo se hizo cargo de la organización de representaciones y encuentros en Madrid y Vejer de la Frontera, con extensiones en Alcalá de Henares, Segovia, León, Barcelona, San Sebastián, Cáceres, Badajoz, Ciudad Real, Huelva y Vitoria. ¡Como ves, el FIT se iba haciendo cada vez más y más importante!

Ese crecimiento en la oferta del FIT a los ciudadanos, también se vio reflejada en la enorme variedad de espacios que en plena calle acogieron la puesta en escena de obras teatrales, con sitios como la Plaza San Antonio, el Parque Genovés y el Mercado Central. Esta decisión no solo facilitó una mayor asistencia, sino que también hizo del teatro un evento accesible y visible para todos los ciudadanos. Además, para inaugurar el festival, se programó un pasacalles por todo el centro de Cádiz titulado Súmate a la fiesta, donde participaron varios grupos de distintos países, incluyendo ‘Diquis Tiquis’ de Costa Rica y ‘Xarxa Teatre’ de España.

Otro aspecto a señalar de esta edición es que El Foro de la Mujer en el Teatro Iberoamericano, que ya se había celebrado en ediciones anteriores, fue institucionalizado este año como el Comité Permanente para la Presencia de la Mujer en el Teatro Iberoamericano. En este foro se abordaron temas de representación femenina en las artes escénicas y el uso de la imagen de la mujer en los medios de comunicación.

El festival seguía recogiendo reconocimientos a su labor y este año es agraciado con la concesión del Premio Andalucía de Teatro, otorgado por la Junta de Andalucía, y el Premio Chamán, de la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica de Barquisimeto (Venezuela).

 

1990

Dirección: Juan Margallo
Países participantes con obras: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Guatemala, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Gran Teatro Falla, Teatro Andalucía, Sala Central Lechera, Sala La Tabacalera, Salón de Actos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Plaza de San Juan de Dios, Plaza del Falla, Plaza de la Catedral, Plaza Ingeniero La Cierva, Plaza de San Antonio, Calle Abreu, Plaza de La Laguna, Plaza de San Severiano, Plaza del Cerro del Moro, Plaza del Corralón, Paseo de Canalejas, Taberna La Manzanilla y Rectorado de la Universidad de Cádiz.
Autor del cartel: Úrculo (España).

Dicen que no hay quinto malo y este 5º FIT no iba a ser la excepción. En esta edición, aparte de programar las obras más interesantes del teatro iberoamericano del momento, se ahondó en la concepción del festival como centro de reflexión y diálogo académico. Tanto es así, que el reconocido autor, director y dramaturgo argentino Eduardo Pavlovsky declaró ese año: “Cádiz es el único festival que permite ver teatro, conversar con los compañeros… Lo que me interesa principalmente no es la representación, sino el diálogo teórico con los colegas y creo que eso debe formar parte de un festival para un crecimiento mutuo”. Como ves, el FIT es mucho más que una cita anual para ver obras teatrales. ¡Es una oportunidad única para aprender dialogando, para compartir experiencias, un espacio de encuentro para la comunidad teatral!

En cuanto a los lugares de representación, este año hubo una novedad significativa: ¡el Gran Teatro Falla abría sus puertas para el FIT y se convertía en el corazón del festival! Aunque el teatro Andalucía todavía se mantenía como espacio del FIT, sería demolido solo cuatro años después.

Un aspecto muy importante del FIT es su cartelería. Como puedes ver en esta exposición al aire libre que celebra los 40 años del festival, son obras de arte de una calidad extraordinaria que también sirven para mostrarnos las tendencias plásticas a lo largo de cuatro décadas. El de esta edición es muy especial.  Es una creación de uno de los mayores representantes del ‘arte pop’ en España: el recordado pintor y escultor vasco Úrculo.

Por otra parte, el festival siguió cosechando galardones y fue agraciado con el Premio Ollantay, otorgado por el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral CELCIT (Venezuela); y con el Premio Segismundo, de la Asociación de Directores de Escena ADE (España

1989

Dirección: Juan Margallo
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, España, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Teatro Andalucía, Salón de Actos del Colegio Valcárcel, Sala Cultura de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Tabacalera (Patio y Sala A), Plaza Asdrúbal y Taberna La Manzanilla.
Autor del cartel: Genovés (España).

En esta cuarta edición, se apostó por menos espectáculos en el teatro pero más actividades paralelas, lo que daba mayor variedad a la experiencia del FIT. Por ejemplo, se creó la I Cátedra de Teatro Iberoamericano, una iniciativa organizada en colaboración con el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT). Contó con ponencias magistrales de figuras imprescindibles como José Juan Arrom (Cuba), Alfonso Sastre (España) y Ricardo Salvat (España). Fue una iniciativa que buscó completar la formación de actores y creadores en muchos temas: desde la dirección escénica hasta la crítica teatral. ¡En el FIT no sólo se disfruta de espectáculos, sino que también se aprende!

Otra novedad de este año fue la inclusión en la programación de ritos ancestrales indígenas de América. Y te preguntarás, ¿pero los ritos que hacen determinadas culturas también son un hecho teatral? Desde luego tienen conexiones muy profundas. Ambas son representaciones ante un público que expresan el sentir de un pueblo. En España, por ejemplo, el primer texto de teatro que se conserva es el Auto de los Reyes Magos, escrita en el siglo XII, que se celebraba en la catedral de Toledo durante la Navidad como complemento del ritual de la misa. Precisamente, la compañía La Tía Norica puso en escena su adaptación de los autos de Navidad este mismo año. Pero en cuanto a cultura indígena, se pudo disfrutar de Los voladores de Papantla, de México. ¡Ver los rituales de otros pueblos es fascinante y nos ayuda a entenderlos mejor!

Hablando de expresiones teatrales diversas, de esta edición hay que recordar también la obra Escuela de payasos, una divertidísima obra de ‘clown’ dirigida por Juan Carlos Gené, que repasaba la historia del teatro con un humor absurdo. Para ello, reinterpretaba de manera cómica y surrealista piezas claves como Edipo Rey, de Sófocles o Macbeth, de Shakespeare, generando una reflexión sobre los clichés y convenciones del teatro.

Otra noticia importante de este año fue que, gracias a la buena labor y al reconocimiento que ya tenía el FIT con solo cuatro ediciones a sus espaldas, se le otorgó al festival el premio Lorca, concedido por la Diputación de Granada. ¡Sería el primero de muchos que estaban por llegar!

1988

Dirección: Juan Margallo
Países participantes: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Puerto Rico, Suecia, Uruguay y Venezuela.
Espacios: Teatro Andalucía, Sala Valcárcel, Sala Cultura de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Sala Imperial, Patio del Colegio San Felipe, Parque Genovés, Plaza de España, Plaza Ingeniero La Cierva, Plaza de la Catedral, Plaza Loreto y Taberna La Manzanilla.
Autor del cartel: Gerardo Vera (España).

El intercambio de saberes, creaciones y experiencias es una de las razones de ser del FIT. Imagínate 27 compañías de 12 países distintos conviviendo más de una semana en Cádiz, como ocurrió ese año y sucederá después. ¡Es una oportunidad única para que la comunidad teatral iberoamericana pueda crecer desde el respeto a la diversidad! Así se pueden superar dificultades, mejorar la puesta en escena, aprender de otros puntos de vista, distribuir de manera más eficaz las obras, solucionar problemas… ¡La experiencia del FIT ayuda a hacer crecer y mejorar al teatro de ambas orillas del Atlántico!

Para ello, aparte de la representación de obras son muy importantes las actividades paralelas. En ellas, se organizan reuniones y debates, entre otras propuestas como exposiciones, presentaciones o talleres. En este año, se ahondó en la vía académica, con cursos como el II Encuentro de Teatro y Literatura, que reunió a autores de Argentina, Colombia y Venezuela, entre otros. Este tipo de actividades son muy importantes para los estudiosos y curiosos del teatro. Es una oportunidad magnífica porque puedes aprender mucho mientras dialogas y preguntas a personalidades extranjeras y nacionales sin salir de Cádiz.

Con respecto a las obras, se recuerda mucho de aquel año las dos propuestas argentinas: Yepeto, de Roberto Cossa, y Postales Argentinas, dirigida por Ricardo Bartís. Ambas reflejaron la riqueza del teatro argentino de la época, caracterizado por su poesía, su experimentación escénica, su fuerte carga simbólica y crítica. Un dato interesante es que Argentina es el país que más espectáculos ha presentado al FIT a lo largo de su historia. Sin duda, todo el teatro iberoamericano tiene una fuerte presencia de teatristas argentinos que han realizado un aporte relevante en otros países del territorio.

Otro país del sur americano que es un referente teatral es Chile. De ese país vino la obra Infieles, de la compañía ‘El Teatro de la Pasión Inextinguible’. Todavía es recordada su escenografía, formada por siete camas que simbolizaban las relaciones rotas, pero también el caos político de Chile en aquel momento, con una dictadura cruel. ¡Porque el teatro sirve para entretener, pero también para denunciar injusticias!

1987

Dirección: Juan Margallo
Países participantes: Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, España, México, Nicaragua, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Estados Unidos.
Espacios: Teatro Andalucía, Salón de Actos del Colegio Valcárcel, Salón de Actos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Polideportivo del Colegio San Felipe Neri, Parque Genovés, Plaza de Abastos, Plaza de San Antonio, Muelle Comercial (Puerta Real) y Taberna La Manzanilla.
Autor del cartel: Canogar (España)

Es importante hacer algo maravilloso por primera vez, pero lo más importante es mantenerlo en el tiempo sin perder la calidad. Por eso esta segunda edición del FIT era crucial: había que afianzar la apuesta de Cádiz como punto de encuentro entre el teatro latinoamericano y el teatro de la Península Ibérica. ¡Y se consiguió!

En este año se sumaron países que no habían estado en la anterior edición: Ecuador, México, República Dominicana y EEUU, donde el colectivo hispano-hablante es muy numeroso. ¡La familia del FIT crecía! Además, fue la primera vez que como actividad paralela se creó el Encuentro de Directores de Festivales de Teatro, un clásico del FIT que se repetiría en posteriores ediciones. Aquí participaron figuras destacadas como los directores del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, del Festival Internacional de Teatro de Caracas y del Festival Internacional de Teatro de Córdoba, Argentina.

¿Y las obras? Juan Margallo, el director de entonces, siguió apostando por una programación que combinó vanguardia y tradición. Por ejemplo, dentro de la vanguardia se recuerda mucho la obra Ejercicio n° 1, del grupo Ensayo de Brasil. También hay que destacar la obra Mariameneo, Mariameneo, que presentó la compañía La Zaranda, uno de los grupos más importantes del teatro internacional hoy en día. ¡Y son de Cádiz! Esta fue la primera vez de las muchas que participaron en el FIT.

Para los que son más clásicos, el grupo ‘Comedia Nacional de Uruguay’ presentó su versión de El caballero de Olmedo, de Lope de Vega o una interesante adaptación de Bodas de Sangre, de García Lorca, por parte del ‘Laboratorio del teatro campesino e indígena’ de México. La atención a las culturas americanas ha sido una constante en el FIT. Como verás en años posteriores, a veces han sido incluso las protagonistas de una edición entera.

Este mismo año y gracias al festival, Cádiz se convirtió en sede de la III Conferencia Iberoamericana de Teatro. Empezábamos a ser un referente… ¡y era solo el principio!

 

ORGANIZA: PATRONATO DEL FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE CÁDIZ
PATROCINAN
COLABORAN
FIT. Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2025. www.fitdecadiz.org
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