Dirección: Pepe Bablé
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, España, México y Perú.
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Baluarte de la Candelaria, Palacio de Congresos y Exposiciones, Colegio Valcárcel, Plaza del Falla, Plaza de San Antonio, Plaza de la Catedral, Plaza de Las Flores, Plaza del Palillero, Plaza de Loreto, Parque Genovés, Mercado Central, Colegio San Felipe Neri e Instituto La Caleta.
Autor del cartel: Javier Marín (México)
Este año tuvo como invitado de honor a México. Su presencia, por lo tanto, fue muy importante en el festival: en colaboración con el Instituto Nacional de Bellas Artes de este hermoso país, se representaron obras de cinco grupos. Además, destacaron iniciativas como la exposición ‘Visiones de la escena mexicana’, que ofreció un recorrido visual por la historia de su teatro, y hubo un homenaje a la actriz María Tereza Montoya, ícono de su dramaturgia.
La programación se estructuró en tres ejes: el teatro político, el de vanguardia y el clásico. En el primer grupo, se destacó la obra Máquina Hamlet, que trataba las secuelas de los regímenes autoritarios en Argentina a través de una reinterpretación fragmentada y posmoderna de Hamlet, de William Shakespeare.
En el teatro experimental, ese que se aleja de las convenciones y se arriesga en nuevas búsquedas de expresión, hay que recordar a Desiderium, de la compañía brasileña Primeiro Ato. En lugar de apoyarse en un texto dramático tradicional, la obra recurrió a la danza-teatro y a la gestualidad del cuerpo para comunicar emociones e historias.
En cuanto a la adaptación de clásicos, brilló con luz propia una obra del país invitado de honor, la mexicana El cántaro roto, sobre un texto homónimo del dramaturgo alemán del siglo XIX Heinrich von Kleist. Es una comedia judicial que expone los abusos de poder a través del personaje del juez Adán, quien, paradójicamente, es el culpable del crimen que debe resolver. La versión de la Compañía Nacional de Teatro de México trasladó esta historia a un pueblo mexicano.
El I Encuentro de Autoras, Coreógrafas y Directoras de Escena Iberoamericanas fue uno de los hitos de este festival. Allí se reflexionó sobre el papel de la mujer en el teatro contemporáneo. Los debates subrayaron la necesidad de una mayor visibilización de las mujeres en roles creativos. También hubo representaciones para escolares en el Instituto La Caleta, con obras tan divertidas como No me da la rana o Jugando con pa-cuenca. ¡El FIT lleva también el teatro a los alumnos de primaria y secundaria!