Dirección: Isla Aguilar y Miguel Oyarzun
Países participantes con obras: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, España, Guatemala, México y Portugal.
Espacios: Gran Teatro Falla, Sala Central Lechera, Teatro del Títere La Tía Norica, Baluarte de La Candelaria, Espacio de Cultura Contemporánea ECCO, Centro Municipal de flamenco La Merced, Casa de Iberoamérica, Aulario de La Bomba, Castillo Santa Catalina, Espacio Quiñones, Plaza de San Juan de Dios y Punta de San Felipe.
Autor del cartel: Elisa Canello (Argentina)
Después de dos ediciones marcadas por la pandemia del coronavirus, que cambió la forma de recepción del teatro, el FIT de 2022 pudo desarrollarse con normalidad. Las obras presentadas abordaron una amplia gama de temáticas contemporáneas, desde cuestiones de género y diversidad hasta problemáticas sociales y políticas. ¡En eso no nos había cambiado el COVID-19! Aquí te ofrecemos el resumen de alguna de ellas:
La compañía argentina ‘Piel de Lava’ presentó Petróleo. La trama se centró en cuatro mujeres que interpretan a trabajadores varones en una plataforma petrolera, desafiando las nociones tradicionales de masculinidad y feminidad. ¿Qué es ser hombre? ¿Qué es la mujer?
Nocturno de Ulrike o el sujeto histórico, coproducción argentino-española, dirigida por Emilio García Wehbi, fue una reflexión sobre la figura real de Ulrike Meinhof, periodista y miembro de la Facción del Ejército Rojo en Alemania. La obra exploró la delgada línea entre el activismo y el terrorismo. ¿Hasta qué punto la violencia es necesaria para cambiar el mundo?
La brasileña Janaina Leite presentó Stabat Mater, una obra que fusionó elementos autobiográficos con la figura de la Virgen María, explorando la maternidad, la sexualidad y la religión. Leite utilizó una combinación de ‘performance’, documental y teatro para cuestionar las narrativas tradicionales sobre la feminidad y la figura de la madre. ¿Hay un solo modelo de “ser buena madre”?
En Con tu propio espejo te quemaré los ojos, la artista guatemalteca Regina José Galindo presentó otra ‘performance’ que confrontó al espectador con la violencia y la injusticia social. Utilizó el cuerpo como lienzo y herramienta de protesta, abordando temas como la violencia de género y la impunidad de la corrupción.
Los actos complementarios de esta edición incluyeron video-instalaciones, residencias artísticas, talleres, programas de mediación y formación, así como conversaciones transatlánticas.